ADÁ
ABENCERRAJE. Familia a la cual perteneció Abindarráez; don Quijote le recuerda en conversación con Pedro Alonso: "De suerte que, cuando el labrador le volvió a preguntar que cómo estaba y qué sentía, le respondió las mesmas palabras y razones que el cautivo Abencerraje respondía a Rodrigo de Narváez, del mesmo modo que él había leído la historia en La Diana" I, 5
ABINDARRÁEZ. Personaje de la novela pastoril Los siete libros de la Diana, y de la novela morisca Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa. Don Quijote se identifica con él en I, 5. Véase DIANA; JARIFA.
ADRIANO, EL EMPERADOR. (76 - 138) Décimo quinto emperador romano, nacido en Itálica. En 117 sucedió a Trajano, que le había adoptado como hijo. Venció y sometió a varios pueblos. Le recuerda don Quijote cuando le dice a su escudero en que sitios se encuentran enterrados algunos de los emperadores que pertenecieron a religiones distintas a la cristiana: "...al emperador Adriano le sirvió de sepultura un castillo tan grande como una buena aldea, a quien llamaron Moles Hadriani, que agora es el castillo de Santángel en Roma." II, 8.
AGI MORATO. Le menciona el capitán cautivo, cuando relata a don Quijote y su comitiva la manera como se escapó de Argel con la ayuda de Zoraida, hija de Agi Morato, I, 40. Informa don Diego Clemencín: "Agi Morato, renegado esclavón, es el primero de la lista que hizo Haedo (Topogr. Capítulo XIV), de los moros principales y más ricos que vivían en Argel el año de 1581. El sobrenombre de Agi equivale a lo que entre nosotros se llamó en algún tiempo Romero o Peregrino, y lo dan a los moros que han visitado la Meca, así como entre nosotros solía darse el otro a los que visitaban los santos lugares de Roma o Jerusalén. [...] Agi Morato había sido alcaide o gobernador de Pata, que así llamaban los cristianos, según Luis de Mármol, a la fortaleza de Bata, situada a dos leguas de Orán, la cual, por ser fronteriza de los cristianos que guarnecían aquel presidio, era mirada como importante." I, 40.
AGOSTO. Manera como Sancho Panza nombra a Augusto César.
AGRAJES. Caballero, sobrino de la reina Elisena y personaje de la novela de caballerías Amadís de Gaula. Le recuerda don Quijote cuando se dispone a tomar armas con el vizcaíno, en la aventura de los frailes: "¡Ahora lo veredes, dijo Agrajes! [...]. Y, arrojando la lanza en el suelo, sacó su espada y embrazó su rodela, y arremetió al vizcaíno con determinación de quitarle la vida." I, 8. Véase AMADÍS DE GAULA.
AGRAMANTE. Personaje del poema épico renacentista Orlando Furioso. Rey de África y jefe de los príncipes moros en la guerra contra Carlomagno; su autoridad fue necesaria, junto a la prudencia del rey Sobrino, para acabar con una pelea que había en su campo. Don Quijote menciona, de manera errada, que Agramante fue señor de Medoro, I, 26; Le vuelve a recordar don Quijote, cuando nombra a dos personas para que resuelvan el conflicto que se arma en la venta, a causa del baciyelmo, I, 45. Véase ROLDÁN.
AGUILAR, DON PEDRO DE. Hermano de uno de los acompañantes de don Fernando y alférez capturado en la Goleta. Dice el capitán cautivo: "Entre los cristianos que en el fuerte se perdieron, fue uno llamado don Pedro de Aguilar, natural no sé de qué lugar del Andalucía, el cual había sido alférez en el fuerte, soldado de mucha cuenta y de raro entendimiento: especialmente tenía particular gracia en lo que llaman poesía." I, 39.
ALÁ. Nombre que le dan los mahometanos a Dios. Le menciona en varias ocasiones el capitán cautivo cuando relata su historia, I, 40-41; lo invoca Cide Hamete Benengeli cuando don Quijote y Sancho Panza parten hacia el Toboso, II, 8.
ALAGÓN, FAMILIA. Antigua y noble casa aragonesa, que figuraba entre las ocho que se disputaban la preeminencia de la nobleza. Don Lope Garcés, hijo de don García Aznar, fue el primero que en 1119 agregó a sus apellidos el de Alagón. Esta familia la recuerda don Quijote cuando le dice a Vivaldo el tipo de linaje al que pertenece Dulcinea del Toboso, I, 13.
ÁLAMOS. Familia a la que pertenece uno de los personajes del relato que cuenta Sancho Panza, en el momento en que el duque pide a don Quijote tomar el primer puesto en la mesa, II, 31.
ALASTRAJAREAS. Personajes femeninos de la novela de caballerías don Florisel de Niquea, escrito por Feliciano de Silva y publicado en 1532; son mencionadas por el duque cuando afirma que el linaje de Dulcinea, es de menor valor que el de las Alastrajareas, I, 32.
ALBA, DUQUE DE. Militar español (1507 - 1582). Siendo gobernador de los Países Bajos en 1556, reprimió un levantamiento contra la soberanía española. En 1580 conquistó Portugal, cuyo trono reclamaba Felipe II. Le cita el capitán cautivo al contar su vida, I, 39; le menciona el ventero cuando le dice al criado de maese Pedro que "Al mismo duque de Alba se la quitara [la posada] para dársela al señor mase Pedro..." II, 25.
ALCALÁ, PEDRO DE. Nombre que inventa Sancho Panza para mostrar cómo algunas personas toman por apellido y alcurnia el lugar donde nacieron, y explicarse así el por qué la princesa del reino de Micomicón puede tener por nombre princesa Micomicona, I, 29.
ALEJANDRO. (356 - 326 A.C.) Rey de Macedonia (336 - 323 A.C.) Hijo de Filipo II, discípulo de Aristóteles y el más famoso monarca de la antigüedad. Sometió a Grecia y a todo el imperio Persa; ocupó igualmente Egipto y el Próximo Oriente. Murió en Babilonia a los 33 años de edad. Le recuerda el amigo del autor del Quijote, cuando le indica a éste lo que debe hacer para corregir los supuestos errores de la obra: "si de capitanes valerosos, el mesmo Julio César os prestará a sí mismo en sus Comentarios, y Plutarco os dará mil Alejandros" I, prólogo; Urganda la desconocida, en el poema que dedica al Quijote, compara al duque de Béjar con Alejandro: "en Béjar tu buena estre- / un árbol real te ofre- / que da príncipes por fru-, / en el cual floreció un du- / que es nuevo Alejandro Ma" I, prólogo; Rocinante es mejor caballo que "el Bucéfalo de Alejandro" I, 1; protegió y guardó las obras de Homero, I, 6; le menciona el capitán cautivo cuando cuenta su vida, I, 39; el cura, en conversación con el canónigo de Toledo, le recuerda cuando habla de las pocas bondades de los libros de caballerías: "Puede mostrar las astucias de Ulixes, la piedad de Eneas, [...], la liberalidad de Alejandro, [...] y, finalmente, todas aquellas acciones que pueden hacer perfecto a un varón ilustre, ahora poniéndolas en uno solo, ahora dividiéndolas en muchos." I, 47; le cita el canónigo de Toledo cuando trata de mostrarle a don Quijote que hay lecturas que, al contrario de las de caballerías, si son de provecho, I, 49; Sancho compara a su amo con Alejandro, I, 52; dice don Quijote que fue calumniado por la malicia: "Alejandro, a quien sus hazañas le alcanzaron el renombre de Magno, dicen dél que tuvo sus ciertos puntos de borracho." II, 2; la dueña Dolorida, cuando va a decir el nombre del caballo que llevará a Sancho y don Quijote hasta el reino de Candaya, menciona que: "El nombre no es como el caballo de Belorofonte, que se llamaba Pegaso, ni como el del Magno Alejandro, llamado Bucéfalo, ni como el del furioso Orlando, cuyo nombre fue Brilladoro..." II, 40; don Quijote le menciona cuando decide azotar a Sancho: "Si nudo gordiano cortó el Magno Alejandro, diciendo: ‘‘Tanto monta cortar como desatar’’, y no por eso dejó de ser universal señor de toda la Asia, ni más ni menos podría suceder ahora en el desencanto de Dulcinea, si yo azotase a Sancho a pesar suyo" II, 60.
ALENCASTRO, FAMILIA. Familia noble y principal de Portugal, que menciona don Quijote cuando le dice a Vivaldo el tipo de linaje y alcurnia a los que pertenece Dulcinea del Toboso, I, 13.
ALFEÑIQUÉN DEL ALGARBE, DUQUE DE. Duque y padre de la bella Miulina; don Quijote los inventa para explicar, a su modo, la razón de dos columnas de polvo que se levantan en el horizonte, I, 18.
ALIDA. Nombre pastoril que cita don Quijote para demostrarle a Sancho que no es necesario que Dulcinea exista para ser amada y consagrarle los mejores pensamientos: "no todos los poetas que alaban damas, debajo de un nombre que ellos a su albedrío les ponen, es verdad que las tienen. ¿Piensas tú que las Amariles, las Filis, las Silvias, las Dianas, las Galateas, las Alidas [...] fueron verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquéllos que las celebran y celebraron?" I, 25.
ALIFANFARÓN. Según Don Quijote, el ejército que venía de frente era del emperador Alifanfarón y el que venía por la espalda era del rey Pentapolín. Ambos se odiaban a muerte porque el primero estaba enamorado de la hija del segundo. I, 18.
ALMOHADAS DE MARRUECOS. Alusión a los Almohades de Marruecos, es decir, a cada uno de los secuaces de Aben Tumart, que, proclamándose Mesías del Islám, fanatizó en 1120 las tribus occidentales de África. Después de apoderarse del imperio marroquí, pasaron a España capitaneados por Yacub-ben-Yusuf Almansur, derrotando a los almorávides y luego a Alfonso VIII en Alarcos (1195). Muy pronto fueron derrotados. Sancho les recuerda, cuando le dice a su esposa que desea casar a Sanchica con alguien de alcurnia: "y en menos de un abrir y cerrar de ojos, te la chanto [a Sanchica] un don y una señoría a cuestas, y te la saco de los rastrojos, y te la pongo en toldo y en peana, y en un estrado de más almohadas de velludo que tuvieron moros en su linaje los Almohadas de Marruecos" II, 5.
ALONSO, PEDRO. Labrador que regresa a casa a su vecino don Quijote, luego que éste queda maltrecho por la caída de Rocinante, y los golpes recibidos por uno de los mozos de los mercaderes toledanos. Don Quijote le confunde con Rodrigo de Narváez y el marqués de Mantua, I, 5.
ALQUIFE. Sabio mago, esposo de Urganda la desconocida y supuesto autor del libro de caballerías Amadís de Grecia. Don Quijote le invoca cuando cree estar encantado, I, 43; aparece con otros encantadores en el palacio de los duques, cuando éstos le hacen bromas a don Quijote y Sancho Panza con relación al desencantamiento de Dulcinea, II, 34. Véase AMADÍS DE GRECIA.
ALTISIDORA. Joven doncella del palacio de los duques, que finge estar enamorada de don Quijote para burlarse de él. Le canta a don Quijote el romance: "¡Oh, tú, que estás en tu lecho, / entre sábanas de holanda..." II, 44; don Quijote, a su vez, el canta un romance compuesto por él mismo: "Suelen las fuerzas de amor / sacar de quicio a las almas, / tomando por instrumento / la ociosidad descuidada." II, 46; doña Rodríguez la trata de manera despectiva cuando habla con don Quijote: le llama Altisidorilla, II, 48; le ayuda a la duquesa a castigar a doña Rodríguez cuando ésta le cuenta a don Quijote intimidades de aquella, II, 50; le comenta Sancho a don Quijote: "Maravillado estoy, señor, de la desenvoltura de Altisidora, la doncella de la duquesa: bravamente la debe de tener herida y traspasada aquel que llaman Amor" I, 58; resucita gracias a las torturas a que es sometido Sancho por orden de Radamanto. Dice éste: "¡Ea, ministros de esta casa, altos y bajos, grandes y chicos, acudid unos tras otros y sellad el rostro de Sancho con veinte y cuatro mamonas, y doce pellizcos y seis alfilerazos en brazos y lomos, que en esta ceremonia consiste la salud de Altisidora!" II, 69.
ALTISIDORILLA. Manera despectiva como doña Rodríguez trata a Altisidora, cuando compara la belleza de ésta con la de su hija, II, 48.
AMA. Mujer simple y cuarentona que atiende, con la sobrina, a don Quijote cada vez que regresa a casa luego de sus aventuras, I, 5; I, 52; II, 1; II, 73-74; alborotada, luego de la primera salida de don Quijote, le dice al cura: "¡Desventurada de mí!, que me doy a entender, y así es ello la verdad como nací para morir, que estos malditos libros de caballerías que él tiene y suele leer tan de ordinario le han vuelto el juicio" I, 5; desempeña el oficio de "brazo seglar" en la quema de libros de la biblioteca de don Quijote: "Aquella noche quemó y abrasó el ama cuantos libros había en el corral y en toda la casa..." I, 6; le recuerda el cura cuando sugiere quemar los libros de caballerías de Juan Palomeque: "Falta nos hacen aquí ahora el ama de mi amigo y su sobrina." I, 32; trata de persuadir a don Quijote para que no haga tercera salida: "En verdad, señor mío, que si vuesa merced no afirma el pie llano y se está quedo en su casa, y se deja de andar por los montes y por los valles como ánima en pena, buscando esas que dicen que se llaman aventuras, a quien yo llamo desdichas..." II, 6; intenta persuadir a don Quijote para que no se haga pastor: "Y ¿podrá vuestra merced pasar en el campo las siestas del verano, los serenos del invierno, el aullido de los lobos? No, por cierto, que éste es ejercicio y oficio de hombres robustos, curtidos y criados para tal ministerio casi desde las fajas y mantillas." II, 73.
AMADÍS DE GAULA. Protagonista de la novela de caballerías Los cuatro libros del virtuoso caballero Amadís de Gaula, novela mejor conocida como Amadís de Gaula, compuesta por Garci Rodríguez de Montalvo y publicada en la ciudad de Zaragoza en 1508, convirtiéndose en la primera novela que en castellano se escribe sobre caballerías. Le dedica un soneto a don Quijote, I, prólogo; don Quijote discute con el cura quién es mejor caballero, si Amadís de Gaula o Palmerín de Ingalaterra, I, 1; le recuerda don Quijote cuando, suscintamente, le narra a Vivaldo la manera como se formó la caballería andante, desde los tiempos del rey Arturo: "desde entonces, de mano en mano, fue aquella orden de caballería estendiéndose y dilatándose por muchas y diversas partes del mundo; y en ella fueron famosos y conocidos por sus fechos el valiente Amadís de Gaula, con todos sus hijos y nietos, hasta la quinta generación" I, 13; don Quijote lo utliza para mostrarle a Sancho los peligros a que están sometidos los caballeros andantes: "Porque el valeroso Amadís de Gaula se vio en poder de su mortal enemigo Arcaláus el encantador, de quien se tiene por averiguado que le dio, teniéndole preso, más de docientos azotes con las riendas de su caballo, atado a una coluna de un patio." I, 15; recuerda don Quijote su penitencia en la Peña Pobre, y su cambio de nombre a Beltenebros, I, 15; menciona también don Quijote que Amadís convirtió a su escudero Gandalín en conde de la Ínsula Firme, cuando en realidad lo hizo Señor, I, 20, esta misma inexactitud la vuelve a mencionar en I, 50; don Quijote se propone hacer penitencia para imitarlo: "quiero, Sancho, que sepas que el famoso Amadís de Gaula fue uno de los más perfectos caballeros andantes. No he dicho bien fue uno: fue el solo, el primero, el único, el señor de todos cuantos hubo en su tiempo en el mundo. [...] Siendo, pues, esto ansí, como lo es, hallo yo, Sancho amigo, que el caballero andante que más le imitare estará más cerca de alcanzar la perfeción de la caballería. Y una de las cosas en que más este caballero mostró su prudencia, valor, valentía, sufrimiento, firmeza y amor, fue cuando se retiró, desdeñado de la señora Oriana, a hacer penitencia en la Peña Pobre, mudado su nombre en el de Beltenebros." I, 25; don Quijote cree estar encantado cuando Maritornes lo amara en la venta, y por tanto desea tener la espada de Amadís porque contra ella "no tenía fuerza de encantamento alguno" I, 43; en discusión con el canónigo de Toledo, don Quijote dice que pensar que no existió Amadís es una gran locura, I, 49; le recuerda el Caprichoso en el soneto que escribe en honor a Rocinante, I, 52; le menciona don Quijote cuando habla de la necesidad de reimplantar la caballería andante para restaurar los valores que se han perdiendo en España: "¿quién más honesto y más valiente que el famoso Amadís de Gaula?", II, 1; don Quijote le describe como: "hombre alto de cuerpo, blanco de rostro, bien puesto de barba, aunque negra, de vista entre blanda y rigurosa, corto de razones, tardo en airarse y presto en deponer la ira" II, 1; Arcaláus, en el palacio de los duques, afirma ser enemigo de Amadís, II, 34; cuando Alonso Quijano recupera la cordura, ya en el lecho de muerte, exclama: "Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje" II, 74.
AMADÍS DE GRECIA. Protagonista del libro titulado Crónica del muy valiente y esforzado Príncipe y caballero de la Ardiente Espada, Amadís de Grecia, hijo de Lisuarte de Grecia, emperador de Constantinopla y de Trapisonda y Rey de Rodas, más conocido como Amadís de Grecia, texto escrito por Feliciano de Silva y publicado en Cuenca en el año 1530, convirtiédose en el noveno libro en la serie de los "Amadises". Don Quijote le menciona cuando discute con el canónigo de Toledo sobre caballerías, I, 49.
AMARILES. Nombre pastoril que cita don Quijote para demostrarle a Sancho que no es necesario que Dulcinea exista para ser amada y consagrarle los mejores pensamientos: "no todos los poetas que alaban damas, debajo de un nombre que ellos a su albedrío les ponen, es verdad que las tienen. ¿Piensas tú que las Amariles, las Filis, las Silvias [...] fueron verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquéllos que las celebran y celebraron?" I, 25.
AMARILIS. Nombre de pastora de quien hace mención Virgilio en una de sus Églogas. También se hace mención de ella en las obras de Teócrito, Ovidio, etc. Su nombre fue muy usado por los poetas españoles del siglo de oro. Le menciona el bachiller Sansón Carrasco cuando habla con don Quijote y el cura sobre la posibilidad de hacerse pastores, II, 73.
AMBROSIO. Estudiante de Salamanca que se hace pastor para seguir a su gran amigo Grisóstomo, I, 12; se encarga de enterrar a su amigo de la manera como este lo dispuso en su testamento: en el campo, al pie de la peña donde está la fuente del alcornoque, ya que allí vio por primera vez a Marcela, I, 13; le permite a Vivaldo quedarse con uno de los poemas que escribe Grisóstomo, I, 13; reprende duramente a Marcela cuando ésta aparece en el entierro, I, 14; don Quijote, conversando con Sancho en Sierra Morena, recuerda unas palabras suyas: "como ya oíste decir a aquel pastor de marras, Ambrosio: quien está ausente todos los males tiene y teme." I, 25.
AMIGO. Personaje anónimo que ayuda al autor del Quijote a deshacer los temores que tiene frente a su obra. Le dice, entre otras razones, lo siguiente: "Lo primero en que reparáis de los sonetos, epigramas o elogios que os faltan para el principio, y que sean de personajes graves y de título, se puede remediar en que vos mesmo toméis algún trabajo en hacerlos, y después los podéis bautizar y poner el nombre que quisiéredes, ahijándolos al Preste Juan de las Indias o al Emperador de Trapisonda […] En lo de citar en las márgenes los libros y autores de donde sacáredes las sentencias y dichos que pusiéredes en vuestra historia, no hay más sino hacer, de manera que venga a pelo, algunas sentencias o latines que vos sepáis de memoria, o, a lo menos, que os cuesten poco trabajo el buscalle […] Vengamos ahora a la citación de los autores que los otros libros tienen, que en el vuestro os faltan. El remedio que esto tiene es muy fácil, porque no habéis de hacer otra cosa que buscar un libro que los acote todos, desde la A hasta la Z, como vos decís. Pues ese mismo abecedario pondréis vos en vuestro libro; que, puesto que a la clara se vea la mentira, por la poca necesidad que vos teníades de aprovecharos dellos, no importa nada […]" finalmente le dice: "si bien caigo en la cuenta, este vuestro libro no tiene necesidad de ninguna cosa de aquellas que vos decís que le falta, porque todo él es una invectiva contra los libros de caballerías, de quien nunca se acordó Aristóteles, ni dijo nada San Basilio, ni alcanzó Cicerón; ni caen debajo de la cuenta de sus fabulosos disparates las puntualidades de la verdad, ni las observaciones de la astrología; ni le son de importancia las medidas geométricas, ni la confutación de los argumentos de quien se sirve la retórica; ni tiene para qué predicar a ninguno, mezclando lo humano con lo divino, que es un género de mezcla de quien no se ha de vestir ningún cristiano entendimiento." I, prólogo.
AMOR. Dios romano, hijo de Venus, asimilado al Eros griego. Le menciona el pastor Antonio en la canción que dedica a don Quijote: "Tal piensa que adora a un ángel, / y viene a adorar a un jimio; / merced a los muchos dijes / y a los cabellos postizos, / y a hipócritas hermosuras, / que engañan al Amor mismo." I, 11; escribe Cardenio en el soneto que lee don Quijote: "O le falta al Amor conocimiento, / o le sobra crueldad, o no es mi pena..." I, 23; le recuerda Dorotea al cantar en Sierra Morena: "¿Quién me causa este dolor? / Amor. " I, 27; le menciona don Lorenzo de Miranda en uno de sus sonetos: "parte el Amor de Chipre, y va derecho..." II, 18; participa en la danza hablada que se representa en el matrimonio entre Quiteria y Camacho, II, 20; el lacayo Tosilos, al ver a la hija de doña Rodríguez tiene un encuentro con Amor: "...el niño ceguezuelo, a quien suelen llamar de ordinario Amor por esas calles, no quiso perder la ocasión que se le ofreció de triunfar de una alma lacayuna y ponerla en la lista de sus trofeos; y así, llegándose a él bonitamente, sin que nadie le viese, le envasó al pobre lacayo una flecha de dos varas por el lado izquierdo, y le pasó el corazón de parte a parte; y púdolo hacer bien al seguro, porque el Amor es invisible, y entra y sale por do quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos." II, 56; don Quijote le menciona en una canción que canta en honor a Dulcinea: "Amor, cuando yo pienso / en el mal que me das, terrible y fuerte..." II, 68; dice Altisidora cuando es resucitada: "y si no fuera porque el Amor, condoliéndose de mí, depositó mi remedio en los martirios deste buen escudero..." II, 70.
ANA. Nombre que utiliza de ejemplo el bachiller Sansón Carrasco para mostrar lo fácil que es transformar cualquier nombre femenino en uno pastoril: "Si mi dama, o, por mejor decir, mi pastora, por ventura se llamare Ana, la celebraré debajo del nombre de Anarda" II, 73.
ANARDA. Nombre pastoril que inventa el bachiller Sansón Carrasco, para hacerle creer a don Quijote que está de acuerdo con su decisión de hacerse pastor, II, 73.
ANDANDONA. Giganta de la novela de caballerías Amadís de Gaula, hermana del gigante Madarque, señor de la Ínsula Triste; sobresalía por ser brava y esquiva en demasía. Sancho la menciona luego que maese Pedro le informa que su esposa, Teresa Panza, se encuentra bien: "Eso creo yo muy bien, [...] porque es ella una bienaventurada, y, a no ser celosa, no la trocara yo por la giganta Andandona, que, según mi señor, fue una mujer muy cabal y muy de pro" II, 25. Véase AMADÍS DE GAULA.
ANDRADILLA. Posible fullero o jugador tramposo de la época. Le menciona un hombre que pide justicia ante el gobernador don Sancho: "...y el socarrón, que no es más ladrón que Caco, ni más fullero que Andradilla, no quería darme más de cuatro reales..." II, 49.
ANDRÉS. Joven criado de Juan Haldudo. Don Quijote le encuentra cuando su amo le castiga injustamente, luego de pedirle el salario; interviene obligando a Juan a suspender el castigo y comprometiéndolo a pagar todo lo que debe; una vez marchado don Quijote el amo reinicia el castigo, I, 4; días después, saliendo de Sierra Morena, don Quijote y su comitiva se encuentran con Andrés; don Quijote, que desea mostrar la necesidad que tiene el mundo de restaurar la caballería andante, cuenta lo sucedido, a lo que Andrés responde que una vez marchado don Quijote su amo reinicia el castigo con mayor fuerza y, además, no pagó lo adeudado, I, 31.
ÁNGEL. Recitante o actor que participa, con otros personajes, en la representación del auto Las Cortes de la Muerte, II, 11.
ANGÉLICA. Personaje del poema épico renacentista Orlando Furioso y del Orlando Innamorato. Le menciona Orlando en el soneto que dedica a don Quijote: "Orlando soy, Quijote, que, perdido / por Angélica, vi remotos mares," I, prólogo; don Quijote recuerda que un gran ejército se dirigió al castillo de Albraca para conquistarla, I, 10; su infidelidad con Medoro, paje que erróneamente le atribuye don Quijote a Agramante, causó locura en Roldán, I, 25; se reitera el mismo asunto, y se dan más detalles de la infidelidad en I, 26; don Quijote habla de ella en no muy buenos términos: "Esa Angélica, [...] señor cura, fue una doncella destraída, andariega y algo antojadiza, y tan lleno dejó el mundo de sus impertinencias como de la fama de su hermosura: despreció mil señores, mil valientes y mil discretos, y contentóse con un pajecillo barbilucio, sin otra hacienda ni nombre que el que le pudo dar de agradecido la amistad que guardó a su amigo." II, 1; más adelante, en el mismo capítulo, el barbero y el cura preguntan a don Quijote si sabe de algún poeta que haya hecho una sátira contra Angélica, a lo cual responde el caballero: "Bien creo yo que si Sacripante o Roldán fueran poetas, que ya me hubieran jabonado a la doncella; porque es propio y natural de los poetas desdeñados y no admitidos de sus damas fingidas –o no fingidas, en efeto, de aquéllos a quien ellos escogieron por señoras de sus pensamientos–, vengarse con sátiras y libelos..." II, 1. Véase BOYARDO, MATEO; ROLDÁN.
ANGULO EL MALO. Dueño de la compañía para la cual trabajan los actores que representan Las Cortes de la Muerte, II, 11. Don Diego Clemencín informa: "Fue natural de Toledo, autor o director de una compañía de representantes y autor o compositor de piezas dramáticas, que vivía por los años de 1580." II, 11 nota 9.
ANÍBAL. (247 - 183 A.C.) Famoso general cartaginés hijo de Amílcar Barca. Hizo la guerra en España con su padre, y al ser éste asesinado, los soldados le proclamaron general. En la segunda guerra Púnica tomó Sagunto, atravesó con un fuerte ejército los Pirineos y los Alpes y derrotó en varias ocasiones al ejército romano. Le recuerda Urganda la desconocida en el poema que dedica a don Quijote, I, prólogo; le cita el canónigo de Toledo, cuando trata de mostrarle a don Quijote que hay lecturas que, al contrario de las de caballería andante, sí son de provecho: "...Y si todavía, llevado de su natural inclinación, quisiere leer libros de hazañas y de caballerías, lea en la Sacra Escritura el de los Jueces; que allí hallará verdades grandiosas y hechos tan verdaderos como valientes. Un Viriato tuvo Lusitania; un César, Roma; un Anibal, Cartago; un Alejandro, Grecia." I, 49.
ANSELMO. 1. Personaje de la Novela del Curioso Impertinente (I, Caps 33 - 35). Hombre joven y rico de Florencia. Le pide a su gran amigo Lotario, que corteje y solicite a su esposa, Camila, para probar así su castidad y valor, I, 33. Luego de muchas objeciones, Lotario acepta el loco encargo de su amigo y empieza a cumplir su deseo, pero termina enamorándose de Camila, y ella de él, I, 34, esto finalmente ocasiona la perdición de todos, I, 35. 2. Joven rico, enamorado de la bella Leandra; luego que ésta huye con Vicente de la Rosa, se hace pastor y se va al campo a cantar sus penas. Su historia se conoce gracias al cabrero Eugenio, I, 51.
ANTEÓN. Manera como se menciona a Anteo en II, 32 y II, 58.
ANTEO. Gigante hijo de la Tierra y de Neptuno. Hércules luchó con él y, como viese que Anteo recobraba la fuerza al tocar en tierra, lo levantó y en el aire lo estranguló. En la obra se recuerda que la manera como Bernardo del Carpio mató a Roldán fue muy similar a la forma como lo hizo Hércules con Anteo, I, 1, II, 32; don Quijote le confunde con Actón, cuando dice: "Por cierto, hermosísima señora, que no debió de quedar más suspenso ni admirado Anteón cuando vio al improviso bañarse en las aguas a Diana", II, 58.
ANTONIO. Cabrero de unos 22 años, enamorado de Olalla; sobresale por el hecho de saber leer, escribir y cantar; en honor a don Quijote canta una canción que le compuso a su amada, I, 11.
ANTONOMASIA, LA INFANTA. Bella heredera del reino de Candaya, II, 38; enamora y casa con un caballero particular, Clavijo; ésta unión le produce tanto enojo a la reina Maguncia, madre de la infanta, que muere, II, 39. En el entierro aparece el gigante Malambruno y encanta a los recién desposados. II, 39. Antonomasia es un personaje ficticio creado con el fin de burlarse de don Quijote y Sancho Panza en el palacio de los duques. Informa Francisco Rico, en su edición crítica del Quijote: "...Quizá pueda estar ligado al nombre de Antona, que aparece en el Siglo de Oro para denominar a mujeres de mala reputación. Como modelo vivo de Antonomasia se ha señalado a doña Magdalena de Girón." II, 38 nota 27.
APARICIO. Creador de un costoso aceite que servía para curar las heridas; se componía de aceite de oliva y otras drogas medicinales. Dicho aceite es utilizado en don Quijote luego de su desventura con los gatos en el palacio de los duques, II, 46.
APELES. Pintor griego del siglo IV A. C. Todas sus obras se han perdido, pero se conoce su arte a través de los juicios de autores griegos y latinos. Fue el pintor de Alejandro Magno. Le recuerda don Quijote cuando dice que la descripción de la belleza de Dulcinea, es un trabajo digno "de otros hombros que de los míos, empresa en quien se debían ocupar los pinceles de Parrasio, de Timantes y de Apeles, y los buriles de Lisipo, para pintarla y grabarla en tablas, en mármoles y en bronces, y la retórica ciceroniana y demostina para alabarla" II, 32; le recuerda don Juan: "y si fuera posible, se había de mandar que ninguno fuera osado a tratar de las cosas del gran don Quijote, si no fuese Cide Hamete, su primer autor, bien así como mandó Alejandro que ninguno fuese osado a retratarle sino Apeles." II, 59.
APOLO. Divinidad griega, dios del día, de la poesía, de la música y de las artes, hijo de Júpiter y Latona y hermano de Diana. Como dios de la luz o Febo, conduce el carro del Sol. Habitaba con las Musas en el monte Parnaso. Tenía dedicado el famosísimo oráculo de Delfos. Le recuerda Amadís de Gaula en el soneto que dedica a don Quijote, I, prólogo; don Quijote, en su primera salida, luego de armarse caballero, va pensando por el camino: "¿Quién duda sino que en los venideros tiempos, cuando salga a luz la verdadera historia de mis famosos hechos, que el sabio que los escribiere no ponga, cuando llegue a contar esta mi primera salidad tan de mañana, desta manera?: ‘Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos, y apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado..." I, 2; le menciona el cura cuando escruta la biblioteca de don Quijote, I, 6; le menciona don Quijote cuando le comunica a Sancho su deseo de hacerse pastor: "...si es que a ti te parece bien, querría, ¡oh Sancho!, que nos convirtiésemos en pastores, siquiera el tiempo que tengo de estar recogido. [...] Daránnos [...] gusto el canto, alegría el lloro, Apolo versos, el amor conceptos, con que podremos hacernos eternos y famosos, no sólo en los presentes, sino en los venideros siglos." II, 67; alusión a su carro: "Llegó la noche, esperada de don Quijote con la mayor ansia del mundo, pareciéndole que las ruedas del carro de Apolo se habían quebrado, y que el día se alargaba más de lo acostumbrado, bien así como acontece a los enamorados, que jamás ajustan la cuenta de sus deseos." II, 71.
AQUILES. El más famoso de los héroes griegos, inmortalizado por Homero en la Ilíada. Tomó parte en la guerra de Troya, donde vengó la muerte de Patroclo matando a Héctor. Murió a causa de una flecha disparada por Paris que le hirió en el talón, único lugar vulnerable de su cuerpo. Le nombra el cura cuando argumenta que si un historiador escribe de manera desapasionada las aventuras y hazañas de Diego García de Paredes, haría olvidar las hechas por Aquiles, I, 32; el cura, en conversación con el canónigo de Toledo, le recuerda cuando habla de las pocas bondades de los libros de caballerías: "Puede mostrar las astucias de Ulixes, la piedad de Eneas, la valentía de Aquiles, las desgracias de Héctor, [...] y, finalmente, todas aquellas acciones que pueden hacer perfecto a un varón ilustre, ahora poniéndolas en uno solo, ahora dividiéndolas en muchos." I, 47; don Quijote cree en su existencia histórica, I, 49.
ARCALÁUS. Encantador enemigo de Amadís de Gaula, personaje de la novela de caballerías Amadís de Gaula. Le menciona don Quijote cuando le dice, a su también apaleado escudero, que: "Y pudiérate contar agora, si el dolor me diera lugar, de algunos [caballeros andantes] que, sólo por el valor de su brazo, han subido a los altos grados que he contado; y estos mesmos se vieron antes y después en diversas calamidades y miserias. Porque el valeroso Amadís de Gaula se vio en poder de su mortal enemigo Arcaláus el encantador, de quien se tiene por averiguado que le dio, teniéndole preso, más de docientos azotes con las riendas de su caballo, atado a una coluna de un patio." I, 15; aparece en el palacio de los duques, cuando éstos le gastan a don Quijote y Sancho Panza bromas con relación al desencantamiento de Dulcinea, II, 34. Véase AMADÍS DE GAULA.
ARCHIPIELA, EL REY. Señor del reino de Candaya, padre de la infanta Antonomasia y esposo de la reina Maguncia, II, 38. Es un personaje ficticio creado con el fin de burlarse de don Quijote y Sancho Panza en el palacio de los duques.
ARGOS. Príncipe argivo que tenía cien ojos, la mitad de los cuales siempre estaban abiertos, por cuya razón Hera le encargó la custodia de Ío. Hermes, enviado por Zeus, lo durmió al son de su flauta y lo mató. El morisco Ricote le menciona cuando habla de la forma como Bernardino de Velasco realiza el trabajo que le encomienda el rey: expulsar a los moriscos de España: "ha llevado sobre sus fuertes hombros a debida ejecución el peso desta gran máquina, sin que nuestras industrias, estratagemas, solicitudes y fraudes hayan podido deslumbrar sus ojos de Argos, que contino tiene alerta" II, 65.
ARIDIANA. Alusión a Ariadna, la hija de Minos y Pasifae; amó a Teseo y le dio el hilo que le sacó del laberinto de Creta; le siguió y fue abandonada por él en la isla de Naxos. Baco casó con ella, quien la inmortaliza en el firmamento llevando al cielo una corona de cuyas nueve piedras hizo estrellas. Es mencionada por la dueña Dolorida, cuando describe las falsas promesas que hacen los poetas para enamorar: "Pues, ¿qué cuando prometen el fénix de Arabia, la corona de Aridiana, los caballos del Sol, del Sur las perlas..." II, 38.
ARIOSTO, LUDOVICO. Gran poeta italiano (1474 - 1533). Nacido en Reggio. Cursó estudios en la Universidad de Ferrara (1489 - 1493); en 1503 entró al servicio del cardenal Hipólito del Este, como gentilhombre de cámara y embajador; hacia esta época dejó de escribir en latín para hacerlo exclusivamente en italiano. En 1516 aparece en Ferrara la primera edición del Orlando Furioso, la cual es una de las obras maestras de la literatura italiana. Escribió también elegías, odas, madrigales y estancias. Le menciona el cura cuando escruta la biblioteca de don Quijote: "...el cristiano poeta Ludovico Ariosto; al cual, si aquí le hallo, y que habla en otra lengua que la suya, no le guardaré respeto alguno; pero si habla en su idioma, le pondré sobre mi cabeza. [...] y aquí le perdonáramos al señor capitán que no le hubiera traído a España y hecho castellano; que le quitó mucho de su natural valor" I, 6; le menciona don Quijote cuando habla sobre Angélica: "El gran cantor de su belleza, el famoso Ariosto..." II, 1; le vuelve a recordar don Quijote en la imprenta de Barcelona: "Yo sé algún tanto de el toscano, y me precio de cantar algunas estancias del Ariosto." II, 62.
ARISTÓTELES. Filósofo griego (384-322 A.C.). Fue discípulo de Platón durante casi veinte años y luego preceptor de Alejandro Magno. A la muerte de Filipo II regresó a Atenas y allí fundó la escuela peripatética. Emigró a Calcis en 323 A. C., donde murió. Entre sus obras destacan: Física, Ética nicomaquea, Política, Retórica, etc. Le recuerda el autor del Quijote cuando menciona la gran cantidad de cosas que, según él, hacen falta en su obra. Le dice a un amigo suyo: "Porque, ¿cómo queréis vos que no me tenga confuso el qué dirá el antiguo legislador que llaman vulgo cuando vea que, al cabo de tantos años como ha que duermo en el silencio del olvido, salgo ahora, con todos mis años a cuestas, con una leyenda seca como un esparto, ajena de invención, menguada de estilo, pobre de concetos y falta de toda erudición y doctrina; sin acotaciones en las márgenes y sin anotaciones en el fin del libro, como veo que están otros libros, aunque sean fabulosos y profanos, tan llenos de sentencias de Aristóteles, de Platón y de toda la caterva de filósofos, que admiran a los leyentes y tienen a sus autores por hombres leídos, eruditos y elocuentes?" I, Prólogo; el narrador le menciona para resaltar las lecturas de don Quijote: "...ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si resucitara para sólo ello." I, 1; es personaje de una narración corta que le cuenta don Quijote a Sancho: "para lo que yo le quiero, [respondió la viuda] tanta filosofía sabe, y más, que Aristóteles" I, 24.
ARNAÚTE MAMÍ. Comandante corsario que apresó la galera El Sol y cautivó a Cervantes y a su hermano Rodrigo. Le recuerda el capitán cautivo bajo las siguientes palabras: "Respondíle [a Agi Morato] que era esclavo de Arnaúte Mamí (y esto, porque sabía yo por muy cierto que era un grandísimo amigo suyo), y que buscaba de todas yerbas, para hacer ensalada." I, 41.
ARTEMISA. Reina de Caria (S. IV A.C.), famosa por el monumento que hizo construir a la memoria de Mausoleo, su marido y hermano. Le recuerda don Quijote cuando le dice a su escudero en que sitios se encuentran enterrados algunos de los emperadores que pertenecieron a religiones distintas a la cristiana: "...la reina Artemisa sepultó a su marido Mausoleo en un sepulcro que se tuvo por una de las siete maravillas del mundo." II, 8.
ARTÚS. Manera como don Quijote alude al rey Arturo en I, 13 y I, 49.
ARTURO, EL REY. Rey semi-legendario de Inglaterra, personaje de varias novelas de caballerías; bajo su reinado se instauró la orden de caballería de los caballeros de la Tabla Redonda. Le menciona don Quijote cuando le narra a Vivaldo la génesis de la caballería andante: "No han vuestras mercedes leído los anales e historias de Ingalaterra, donde se tratan las famosas fazañas del rey Arturo, que continuamente en nuestro romance castellano llamamos el rey Artús, de quien es tradición antigua y común en todo aquel reino de la Gran Bretaña que este rey no murió, sino que, por arte de encantamento, se convirtió en cuervo, y que, andando los tiempos, ha de volver a reinar y a cobrar su reino y cetro..." I, 13; vuelve don Quijote a mencionarle, cuando trata de demostrarle al canónigo de Toledo, que los caballeros andantes, y las historias que de ellos se cuentan, son verdaderas: "...ni el rey Artús de Ingalaterra, que anda hasta ahora convertido en cuervo y le esperan en su reino por momentos. Y también se atreverán a decir que es mentirosa la historia de Guarino Mezquino, y la de la demanda del Santo Grial, y que son apócrifos los amores de don Tristán y la reina Iseo, como los de Ginebra y Lanzarote..." I, 49.
ASTOLFO. Personaje del poema épico renacentista Orlando Furioso. Don Quijote le menciona en Sierra Morena al momento de liberar a Rocinante e iniciar su penitencia por Dulcinea: "Libertad te da el que sin ella queda, ¡oh caballo tan estremado por tus obras cuan desdichado por tu suerte! Vete por do quisieres, que en la frente llevas escrito que no te igualó en ligereza el Hipogrifo de Astolfo, ni el nombrado Frontino, que tan caro le costó a Bradamante." I, 25. Véase ROLDÁN.
AUGUSTO, CÉSAR. Primer emperador romano (27 A.C. - 14 D.C.), sobrino y heredero de Julio César. Unificó el imperio romano y su reinado fue muy beneficioso porque florecieron todas las artes y hubo paz y prosperidad. Le menciona Vivaldo cuando Ambrosio anuncia que quemará los poemas que Grisóstomo había dedicado a Marcela: "no es justo ni acertado que se cumpla la voluntad de quien lo que ordena va fuera de todo razonable discurso. Y no le tuviera bueno Augusto César si consintiera que se pusiera en ejecución lo que el divino Mantuano dejó en su testamento mandado." I, 13; es nombrado como Otaviano, "...sino la misma paz y quietud del tiempo de Otaviano" I, 46; Sancho le llama Agosto cuando pregunta a su amo por el sitio en que se encuentran enterrados algunos emperadores ya muertos, II, 8.
AURORA. Diosa del amanencer, hija de Hiperión y hermana del Sol. Encargada de abrir al Sol las puertas de Oriente. Se la representa en un carro tirado por corceles blancos, precediendo al de Febo. La menciona don Quijote cuando imagina lo que escribirá el sabio encargado de inmortalizar sus hazañas: "...apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada Aurora, que, dejando la blanda cama del celoso marido, por las puertas y balcones del manchego horizonte a los mortales se mostraba, cuando el famoso caballero don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante" I, 5; menciona el narrador: "Apenas la blanca aurora había dado lugar a que el luciente Febo, con el ardor de sus calientes rayos, las líquidas perlas de sus cabellos de oro enjugase..." II, 20; se le vuelve a mencionar en II, 14, 35, 61.
AUSTRIA, DON JUAN DE. (1545 - 1578) Militar español, hijo natural de Carlos V y de Bárbara Blomberg; Felipe II lo reconoció como hermano en 1559. Dominó la revolución morisca de Alpujarra y tomó parte como almirante de la escuadra en la batalla de Lepanto (1571). Le recuerda el capitán cautivo: "Súpose cierto que venía por general desta liga el serenísimo don Juan de Austria, hermano natural de nuestro buen rey don Felipe. [...] Todo lo cual me incitó y conmovió el ánimo y el deseo de verme en la jornada que se esperaba..." I, 39.
AUSTRIA, DUQUE DE. Alusión a Alberto V de Habsburgo, llamado el Ilustre. (1397 - Neszmély, Hungría, 1439), duque de Austria en 1404, luego rey de Bohemia y de Hungría con el nombre de Alberto I y emperador germánico con el de Alberto II. Hijo de Alberto IV el maravilloso, casó con Isabel, hija de Segismundo, quién le reconoció como rey de Bohemia y Hungría en su lecho de muerte (1437). Fue elegido rey de romanos (1438), pero murió poco después. Don Quijote le recuerda cuando le dice al canónigo de Toledo que un caballero suyo combatió contra Fernando de Guevara, I, 49.
AVELLANEDA. Alusión a Alonso Fernández de Avellaneda, seudónimo bajo el que se oculta el autor del llamado "falso Quijote" (siglo XVII), que se publicó como continuación de la primera parte de la obra de Cervantes. Es citado cuando don Quijote y Sancho se encuentran con don Álvaro Tarfe y le hacen firmar un documento, ante el alcalde del lugar, en que declarase: "...como no conocía a don Quijote de la Mancha, que asimismo estaba allí presente, y que no era aquél que andaba impreso en una historia intitulada: Segunda parte de don Quijote de la Mancha, compuesta por un tal de Avellaneda, natural de Tordesillas." II, 72.
ÁVILA, DON LUIS DE. Historiador y militar español (Plasencia 1500 - Toledo 1573). Fue embajador en Roma cerca de Paulo IV y Pio IV y participó en las guerras de Alemania; en el sitio de Metz era general de la caballería de Carlos Quinto. Escribió, probablemente por encargo del emperador, un Comentario de la guerra de Alemania en 1546-1547, publicado en Venecia en 1548. La obra tuvo gran difusión, se reeditó muchas veces y se tradujo al italiano, francés, holandés y Alemán. Le cita el narrador cuando comenta la quema de libros de la biblioteca de don Quijote: "Por acudir a este ruido y estruendo, no se pasó adelante con el escrutinio de los demás libros que quedaban; y así, se cree que fueron al fuego, sin ser vistos ni oídos, La Carolea y León de España, con Los Hechos del Emperador, compuestos por don Luis de Ávila, que, sin duda, debían de estar entre los que quedaban; y quizá, si el cura los viera, no pasaran por tan rigurosa sentencia." I, 7. Extrañamente don Luis de Ávila jamás escribió un libro que llevase semejante título.
AZÁN AGÁ. Alusión a Azán Bajá, el cual nació en Venecia en el año 1545. Fue rey de Argel entre 1577 y 1580. Tenía fama de cruel, y sin embargo, le perdonó la vida a Cervantes en las cuatro ocasiones que intentó fugarse de Argel. Le recuerda el capitán cautivo en la venta de Juan Palomeque, I, 39.
AZOTE, DON. Manera como la princesa Micomicona hace alusión a don Quijote, cuando desea nombrar al caballero español que le recuperará el territorio arrebatado por el gigante Pandafilando de la Fosca Vista, I, 30.
AZPETIA, DON SANCHO DE. Escudero de las damas vizcaínas que cree liberar don Quijote; dicho nombre aparece en los cartapacios en que se halla la continuación del Quijote, I, 9.
BAÑARES, CONDE DE. Alusión a don Alonso Diego López de Zúñiga, séptimo duque de Béjar, I, prólogo.
BABIECA. Nombre del caballo del Cid Campeador . Dialoga con Rocinante en uno de los sonetos preeliminares, I, prólogo; según don Quijote, Rocinante es mejor caballo que Babieca, I, 1; su silla está en la armería de los reyes, I, 49.
BACÍA, SEÑOR. Término despectivo con el cual don Quijote, ya enojado, se refiere al barbero luego que éste le insinuara que está loco y por tanto no debe salir por tercera vez de la aldea, II, 1.
BALBASTRO. Herrero, padre de Tomasillo el Travieso y vecino de Sancho Panza; éste le recuerda cuando el duque le pide a don Quijote tomar el primer puesto en la mesa, II, 31.
BALDOVINOS. Manera como nombra don Quijote a Valdovinos, cuando menciona lo que le dijo a una acompañante de la encantada Dulcinea: "Diréisle también que, cuando menos se lo piense, oirá decir como yo he hecho un juramento y voto, a modo de aquel que hizo el marqués de Mantua, de vengar a su sobrino Baldovinos, cuando le halló para espirar en mitad de la montiña..." II, 23.
BALVASTRO. Padre de Leonora, la cual, según falsos comentarios, se va a casar con don |