16 Miguel de Cervantes: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, tomo VI

El volumen 16 de la colección Clásicos Castellanos corresponde al tomo VI de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, edición y notas de Francisco Rodríguez Marín.

La lectura online del tomo VI puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1913:

 Don Quijote tomo VI

La obra completa, en ocho tomos, correspondientes a los volúmenes 4-6-8-10-13-16-19 y 22 de la colección Clásicos Castellanos, puede leerse pulsando en las portadas de cada volumen a continuación:

 Don Quijote tomo I        Don Quijote tomo II
 Don Quijote tomo III        Don Quijote tomo IV
 Don Quijote tomo V      Don Quijote tomo VI

 Don Quijote tomo VII

 Don Quijote tomo VIII

Un completo artículo sobre Miguel de Cervantes y el Quijote puede verse en esta entrada de este mismo blog.

En la página web de la Biblioteca Digital Cervantes del Dr. Eduardo Urbina, Texas A&M University, existe un diccionario online titulado Diccionario del Quijote. Español/inglés de Tom Lathrop.

15 Guillén de Castro: Las mocedades del Cid

El volumen 15 de la colección Clásicos Castellanos está dedicado a Guillén de Castro y su obra Las mocedades del Cid, edición y notas de Víctor Said Armesto.

Su lectura online puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1913:

 Las mocedades del Cid

Amigo de Lope de VegaGuillén de Castro fue muy popular durante el siglo de oro de la literatura española. Escribió más de cincuenta obras, entre ellas la que le dio más fama y se sigue considerando su mejor obra: Las mocedades del Cid (1618), a la que siguió Las hazañas del Cid, también conocida como la segunda parte de Las mocedades, ambas inspiradas en el romancero.

El dramaturgo francés Pierre Corneille (1606-1684) se basó en Las mocedades del Cid para escribir su obra maestra, El Cid (1637). Su argumento es un dilema moral que plantea el conflicto entre amor y deber, algo característico de muchas de las tragedias posteriores de Corneille. Las obras de Corneille, llenas de energía, dignidad y elegancia, sentaron el modelo de la tragedia francesa que sería desarrollado por su contemporáneo Jean Baptiste Racine (1639-1699).

Y, para concluir, es interesante mencionar en este contexto a Juan Bautista Diamante (1625-1687). Se dice de él que perteneció a la escuela de Calderón de la Barca, pero, frente a la habitual fecundidad de otros dramaturgos contemporáneos, su obra es bastante reducida en número aunque no en calidad. El teatro de Diamante, que usa el lenguaje culterano de la época, se caracteriza por ser el primer ejemplo de influencia del drama clásico francés, pues, si bien volvió a los viejos temas épicos como el Cid, lo hizo teniendo más en cuenta a Pierre Corneille que a Guillén de Castro, como ocurre en El honrador de su padre, que es casi un plagio de Le Cid de Corneille más que de Guillén, a quien también utilizó, sin embargo, salvo el tercer acto, que es original. Las influencias, como vemos, eran múltiples y recíprocas, existiendo muchas conexiones entre los dramaturgos.

Puede verse la obra Études sur l’ancien théâtre espagnol: les trois Cid (Guillen de Castro, Corneille, Diamante) publicada en 1873 por M.A. Fée.

La colección Teatro Antiguo Español del Centro de Estudios Históricos

La extraordinaria obra del Centro de Estudios Históricos (1910), dirigido por Ramón Menéndez Pidal, forma parte de los mejores esfuerzos por el estudio del patrimonio cultural español.

La Junta para la Ampliación de Estudios creó el Centro de Estudios Históricos con el objetivo de impulsar los estudios humanísticos en nuestro país y, desde 1910 a 1919, se consolidó como alternativa en materia de investigación y también de innovación de los sistemas de enseñanza.

En materia de publicaciones, la actividad que se desarrolló en la nueva institución fue muy fecunda, con colecciones emblemáticas como Teatro Antiguo Español, Clásicos Castellanos y la Biblioteca Literaria del Estudiante.

En las páginas preliminares del primer volumen de la colección Teatro Antiguo Español, advierte Menéndez Pidal:

ADVERTENCIA
 

“El Centro de Estudios Históricos se propone editar, en la medida que le sea posible, obras dramáticas de los siglos XVI y XVII que por un interés de cualquier clase merezcan no permanecer inéditas o ser publicadas de nuevo.

En estos últimos tiempos no faltan en España ediciones de nuestro teatro clásico que, en general. siguen los métodos que implantó la Biblioteca de Autores Españoles. Se atiende, sobre todo, en esas publicaciones a la numerosidad de las obras sacadas a luz, y se descuida manifiestamente la exactitud del texto; júzgase la exactitud como cosa tan de segundo orden, que los trabajos de copia e impresión hasta suelen encomendarse a auxiliares, quienes. a destajo, corrigen y alteran, consciente o inconscientemente, la letra y el sentido del original; de esa suerte la edición queda poco útil para cualquier trabajo científico.

Tal criterio tiene cierta justificación en el propósito de vulgarizar el conocimiento de nuestro antiguo teatro, para lo cual se moderniza desde luego la ortografía y a veces el lenguaje mismo de las obras publicadas. Pero lo lastimoso es que la apetecida vulgarización no se logra, ya que es de todos sabido que, actualmente, y a pesar de esas numerosas ediciones, el público conoce tan sólo un insignificante número de comedlas, sea por el reducidísimo papel que el estudio de nuestros antiguos autores desempeña en la formación de la juventud, sea por la gran distancia que media entre los ideales del drama antiguo español y los modernos, imposible de ser salvada espontáneamente. Nuestro público está de tal modo alejado de las comedias clásicas, que desde hace mucho tiempo se viene juzgando que para la representación es indispensable hacer un arreglo del texto de aquellas comedias más conocidas que aún logran ser llevadas a la escena. Y claro es que respecto a las obras de segundo orden, que fueron ya abandonadas por el público español desde hace siglos, no puede aspirarse a restablecer de pronto una tradición tan hondamente interrumpida, ni confiar que los lectores modernos las reciban como materia literaria actual por el solo hecho de presentárselas con ortografía modernizada. La empresa de dotar a las generaciones modernas de gusto y de capacidad para la lectura de las producciones literarias de los siglos XVI y XVII es empeño harto más complicado, que sólo podrá obtenerse por caminos menos directos y fáciles, ajenos en gran parte al dominio especial de la Filología.

Desde luego debe comprenderse que lo que más contribuirá a divulgar el teatro antiguo entre el público son las ediciones de obras verdaderamente importantes, acompañadas de aquellos estudios que son imprescindibles para guiar al profano en la comprensión de arcaísmos, de idea y de idioma, de los cuales vive nuestro público tan ignorante que por lo general hasta niega su existencia. Y en cuanto a las obras de valor secundario, que merecidamente quedaron inéditas en su tiempo, es un error pretender vulgarizarlas, pues faltándoles en general un valor estético permanente, no interesan más que a la Historia.

Dadas estas condiciones, lo oportuno será no aspirar ilusoriamente a difundir las obras inéditas de nuestra escena entre el público más general, a quien estorba cualquier ortografía extraña, sino publicarlas al círculo más reducido, que está preparado para recibirlas y que es en definitiva el que las ha de buscar y leer.

Según esto, las comedias que editemos saldrán con un texto fijado con el rigor que permitan las fuentes de que se disponga. Mantendremos la grafía de los originales antiguos que sirvan de base a la edición, pues sin este respeto fundamental no puede haber la exactitud necesaria para la crítica del texto. únicamente no se conservará la confusión antigua de la v y la u, y se usará siempre aquélla cuando sea consonante, y ésta cuando vocal. La acentuación y puntuación se pondrán también según el uso moderno.

El texto no llevará al pie de página más que notas de carácter paleográfico. En forma de Notas y observaciones finales figurarán después todas aquellas ilustraciones que el editor haya juzgado necesarias; las observaciones de historia literaria precederán a las notas aclaratorias de voces y frases. En fin, respecto de la métrica, aunque la obra no se crea merecedora de un estudio especial, llevará por lo menos un resumen de la versificación, hecho según un patrón uniforme que facilite cualquier examen comparativo. ”

Los textos publicados en la colección Teatro Antiguo Español fueron nueve:

  1. Luis Vélez de Guevara: La serrana de la Vera, edición de R. Menéndez Pidal y María Goyri, 1916
  2. Francisco de Rojas Zorrilla, Cada cual lo que le toca y La viña de Nabot, por Américo Castro, 1917
  3. Luis Vélez de Guevara: El rey en su imaginación, por J. Gómez Ocerín, 1920
  4. Lope de Vega: El cuerdo loco por José F. Montesinos, 1922
  5. Lope de Vega: La corona merecida, por José F. Montesinos, 1923
  6. Lope de Vega: El Marqués de las Navas, por José F. Montesinos, 1925
  7. Lope de Vega: El cordobés valeroso: Pedro Carbonero, por José F. Montesinos, 1929
  8. Lope de Vega: Barlaan y Josafat, por José F. Montesinos, 1935
  9. Lope de Vega: Santiago El Verde, por Ruth A. Oppenheimer, 1940

*Nota: los volúmenes 6 a 9 no los he encontrado todavía en Internet, por lo que no aparecen sus enlaces, si bien he incorporado enlaces a otras ediciones en las portadas que figuran a continuación.

Particularmente, incluiría una obra más del propio Centro de Estudios Históricos, editada en 1922:

Estos son los diez volúmenes y sus enlaces para su lectura online:
Teatro Antiguo Español I
Teatro Antiguo Español II
Teatro Antiguo Español III
Teatro Antiguo Español IV
Teatro Antiguo Español V
Teatro Antiguo Español VI
Teatro Antiguo Español VII
Teatro Antiguo Español VIII
Teatro Antiguo Español IX
Teatro Antiguo Español X

14 Juan Ruiz, Arcipreste de Hita: El libro de buen amor, tomo I

El volumen 14 de la colección Clásicos Castellanos está dedicado al primer tomo de El libro de buen amor, de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, edición y notas de Julio Cejador y Frauca.

La lectura online del tomo I puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1913:

 Tomo I

La obra completa puede verse en estos enlaces, volúmenes 14 y 17 (1913) de la colección:

 Tomo I    Tomo II

Si bien la puesta en marcha de la colección Clásicos Castellanos y su primer impulso fue debida a la implicación de miembros del Centro de Estudios Históricos, la colección siempre estuvo abierta a la participación de otros editores, incluso los que, como en este caso, estaban en abierto enfrentamiento con ese organismo y, en general, con todo lo que oliera a la Junta para la Ampliación de Estudios.

En el caso concreto de Julio Cejador y Frauca, pueden verse los siguientes artículos para hacernos una idea de la situación:

El número 5 de la Revista de Filología Española, pág. 201, contiene la siguiente reseña de Américo Castro, dedicada a la edición de Los sueños, de Quevedo:
“Las ediciones que el Sr. Cejador ha publicado en «Clásicos Castellanos» aparecen muy por bajo del nivel medio de esmero e interés que caracterizan a esta importante colección. Pero en ninguno de los tomos anteriores han llegado los defectos que como editor distinguen a C. y F. al grado inconcebible que alcanzan en estos dos tomos de Ouevedo. La introducción carece de toda novedad, salvo algunas frases como éstas: «Ni liras ni cítaras ni formingues son para los callosos dedos de este gañán de la sátira.» Pero nada comparable con la edición misma; dice C. y F. : «en la mía he añadido como notas todas las variantes, por manera que pueda restituirse la redacción primitiva» (pág. XXII). Ahora bien, casi todo lo que en esta obra aparece como obra personal de C. y F. es un plagio cínico de lo escrito por Fernández-Guerra en el tomo XXIII de Rivadeneyra (…)

No necesitamos hacer comentarios. Confiamos en que la empresa que dirige «Clásicos Castellanos» no admitirá en lo sucesivo ediciones que de tal modo desdoren la labor de cultura que viene realizando. 
Es muy de lamentar que obras fundamentales de la literatura española vengan siendo editadas en «Clásicos Castellanos» por este «gañán» de la filología.”
Por lo visto, la editorial La Lectura hizo caso a esta petición, ya que Cejador no siguió participando en la colección tras la publicación de Los sueños (Quevedo). Previamente ya había editado también las obras La Celestina y El Lazarillo de Tormes.

13 Miguel de Cervantes: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, tomo V

El volumen 13 de la colección Clásicos Castellanos corresponde al tomo V de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, edición y notas de Francisco Rodríguez Marín.

La lectura online del tomo V puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1912:

 Don Quijote tomo V

La obra completa, en ocho tomos, correspondientes a los volúmenes 4-6-8-10-13-16-19 y 22 de la colección Clásicos Castellanos, puede leerse pulsando en las portadas de cada volumen a continuación:

 Don Quijote tomo I        Don Quijote tomo II
 Don Quijote tomo III        Don Quijote tomo IV
 Don Quijote tomo V      Don Quijote tomo VI

 Don Quijote tomo VII

 Don Quijote tomo VIII

Un completo artículo sobre Miguel de Cervantes y el Quijote puede verse en esta entrada de este mismo blog.

En la página web de la Biblioteca Digital Cervantes del Dr. Eduardo Urbina, Texas A&M University, existe un diccionario online titulado Diccionario del Quijote. Español/inglés de Tom Lathrop.

12 Duque de Rivas: Romances, tomo II

El volumen 12 de la colección Clásicos Castellanos está dedicado al segundo tomo de la obra Romances, del duque de Rivas (Angel Saavedra y Ramírez de Baquedano), edición y notas de Cipriano Rivas Cherif.

La lectura online del tomo II puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1912:

 Romances I

La obra completa puede verse en estos enlaces, volúmenes 9 (1911) y 12 (1912) de la colección:

 Romances I     Romances II
Para ampliar información sobre el romancero, puede verse esta entrada del blog.

11 San Juan de Avila: Epistolario espiritual

El volumen 11 de la colección Clásicos Castellanos se dedicó a la obra de san Juan de Avila, Epistolario espiritual, edición y notas de Vicente García de Diego.

Su lectura online puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1912:

 Epistolario espiritual

Juan de Ávila, canonizado por Pablo VI en 1970 y nombrado doctor de la Iglesia por Benedicto XVI en 2012, escribió Epistolario espiritual para todos los estados en Madrid en 1578. Se trata de una colección de cartas ascéticas dirigidas a todo tipo de personas humildes y elevadas, religiosas y profanas, sobre todo monjas y mujeres devotas, pero también a otras ilustres personalidades como san Ignacio de Loyola y san Juan de Dios.

10 Miguel de Cervantes: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, tomo IV

El volumen 10 de la colección Clásicos Castellanos corresponde al tomo IV de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, edición y notas de Francisco Rodríguez Marín.

La lectura online del tomo IV puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1912:

 Don Quijote tomo IV

La obra completa, en ocho tomos, correspondientes a los volúmenes 4-6-8-10-13-16-19 y 22 de la colección Clásicos Castellanos, puede leerse pulsando en las portadas de cada volumen a continuación:

 Don Quijote tomo I        Don Quijote tomo II
 Don Quijote tomo III        Don Quijote tomo IV
 Don Quijote tomo V      Don Quijote tomo VI

 Don Quijote tomo VII

 Don Quijote tomo VIII

Un completo artículo sobre Miguel de Cervantes y el Quijote puede verse en esta entrada de este mismo blog.

En la página web de la Biblioteca Digital Cervantes del Dr. Eduardo Urbina, Texas A&M University, existe un diccionario online titulado Diccionario del Quijote. Español/inglés de Tom Lathrop.

9 Duque de Rivas: Romances, tomo I

El volumen 9 de la colección Clásicos Castellanos está dedicado al primer tomo de la obra Romances, del duque de Rivas (Angel Saavedra y Ramírez de Baquedano), edición y notas de Cipriano Rivas Cherif.

La lectura online del tomo I puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1911:

 Romances I

La obra completa puede verse en estos enlaces, volúmenes 9 (1911) y 12 (1912) de la colección:

 Romances I     Romances II

Para ampliar información sobre el romancero, puede verse esta entrada del blog.

En recuerdo de Francisco Ruiz Ramón

Francisco Ruiz Ramón, 1930 Játiva (Valencia) – 2015 Tampa (Florida) 

Tomado de la Université du Québec à Trois-Rivière: Francisco Ruiz Ramón, cuya Historia del teatro español ha contribuido a la formación de generaciones de estudiosos, ha fallecido el 17-01-2015 en Tampa, Florida. Más allá del importante legado que constituye su obra, la elegancia, la inteligencia y la bondad que siempre rodearon sus intervenciones dejan en la comunidad del teatro clásico un enorme vacío, pero también un sentimiento inagotable de gratitud.

Su necrológica, publicada en El País el 16 de Febrero de 2015.

En recuerdo y homenaje al ilustre hispanista, a continuación pueden verse algunos enlaces a sus conferencias en la Fundación March:

Sociodramaturgia del teatro clásico español:  “Deseo y castigo: El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra”. 5/03/1991

Sociodramaturgia del teatro clásico español: “Historia y drama: Fuenteovejuna-1”. 7/03/1991

Sociodramaturgia del teatro clásico español: “Venganza, tormento, fiesta: Fuenteovejuna-2”. 12/03/1991

Sociodramaturgia del teatro clásico español: “Mitos del poder: La vida es sueño”. 14/03/1991

La tragedia calderoniana. Calderón. La vida es sueño I. 14/11/2000

La tragedia calderoniana. Calderón. La vida es sueño II: la confrontación. 28/11/2000

La tragedia calderoniana. Calderón. La vida es sueño III: El campo de batalla. 30/11/2000

La tragedia calderoniana. Calderón. La vida es sueño IV: Requiem por un bufón. 4/12/2000

La tragedia calderoniana. Calderón. La vida es sueño V: La vida es sueño: “Segismundo, rey” 5/12/2000

Otras conferencias de Francisco Ruiz Ramón en la Fundación March en este enlace.