El volumen 15 de la colección Clásicos Castellanos está dedicado a Guillén de Castro y su obra Las mocedades del Cid, edición y notas de Víctor Said Armesto.
Su lectura online puede hacerse en este enlace a la primera edición publicada en 1913:
Amigo de Lope de Vega, Guillén de Castro fue muy popular durante el siglo de oro de la literatura española. Escribió más de cincuenta obras, entre ellas la que le dio más fama y se sigue considerando su mejor obra: Las mocedades del Cid (1618), a la que siguió Las hazañas del Cid, también conocida como la segunda parte de Las mocedades, ambas inspiradas en el romancero.
El dramaturgo francés Pierre Corneille (1606-1684) se basó en Las mocedades del Cid para escribir su obra maestra, El Cid (1637). Su argumento es un dilema moral que plantea el conflicto entre amor y deber, algo característico de muchas de las tragedias posteriores de Corneille. Las obras de Corneille, llenas de energía, dignidad y elegancia, sentaron el modelo de la tragedia francesa que sería desarrollado por su contemporáneo Jean Baptiste Racine (1639-1699).
Y, para concluir, es interesante mencionar en este contexto a Juan Bautista Diamante (1625-1687). Se dice de él que perteneció a la escuela de Calderón de la Barca, pero, frente a la habitual fecundidad de otros dramaturgos contemporáneos, su obra es bastante reducida en número aunque no en calidad. El teatro de Diamante, que usa el lenguaje culterano de la época, se caracteriza por ser el primer ejemplo de influencia del drama clásico francés, pues, si bien volvió a los viejos temas épicos como el Cid, lo hizo teniendo más en cuenta a Pierre Corneille que a Guillén de Castro, como ocurre en El honrador de su padre, que es casi un plagio de Le Cid de Corneille más que de Guillén, a quien también utilizó, sin embargo, salvo el tercer acto, que es original. Las influencias, como vemos, eran múltiples y recíprocas, existiendo muchas conexiones entre los dramaturgos.
Puede verse la obra Études sur l’ancien théâtre espagnol: les trois Cid (Guillen de Castro, Corneille, Diamante) publicada en 1873 por M.A. Fée.